INGREDIENTES:
Para la masa:
- 600 g. de harina de repostería
- 280 g. de agua
- 180 g. de aceite de oliva
- 60 g. de azúcar moreno
- La piel de un limón
- una pizca de sal
Para el relleno (aquí yo voy un poco a ojo):
- Calabaza finamente cortada
- Pasas sin hueso
- Piñones
- Azúcar moreno
- Aceite de oliva
ELABORACIÓN:
Ponemos en un cazo el aceite (180 g), el agua (280 g), el azúcar (60 g), la piel de un limón (solo la parte amarilla) y lo hervimos a fuego bajo unos cinco minutos.
Mientras mezclamos en un bol la harina (600 g) y la sal (una pizca), hacemos un hueco en el centro y vertemos el contenido del cazo. Removemos con una espátula, cuando ya no podamos seguimos amasando con las manos (con cuidado porque estará muy caliente).
Tapamos con un trapo de dejamos reposar 45 minutos (confieso que yo espero mucho menos).
Mientras la masa reposa laminamos la calabaza finamente.
Dividimos la masa en 8 trozos más o menos iguales y estiramos cada uno, hasta dejar muy fina la masa, dándole forma, más o menos, rectangular.
Sin llegar al borde, espolvoreamos la masa con el azúcar y canela, colocamos encima la calabaza, las pasas y los piñones y le echamos un chorrito de aceite.
Envolvemos la masa y la presionamos con los dedos los bordes para cerrarlos. Pinchamos con un palillo la superficie, pintamos con aceite y espolvoreamos un poco más de azúcar y lo llevamos al horno a 180ºC, precalentado con calor arriba y abajo, durante unos 20/25 minutos o hasta que coja un color tostado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario