Un postre exquisito, facilísimo de preparar, con una presentación inmejorable y un contraste de sabores que, a mi entender y desde mi "amateurismo", lo hace la mar de interesante.
INGREDIENTES:
Para las trufas:
- 250 gr. de chocolate negro (70%)
- 150 gr. de nata líquida (35% materia grasa)
Para el rebozado (yo he usado):
- almendra crocanti
- pistachos triturados
- canela en polvo
- maíz tostado triturado
- curry en polvo
- cacao puro en polvo
- coco rallado
- fideos de chocolate
- y, en particular, cualquier otro rebozado que se os ocurra y/o apetezca (menta picada, jengibre, cereales de desayuno, frutos rojos -o del color que más os guste. jeje- liofilizados o escarchados y picados,...), vamos, tenéis posibilidades cuasi infinitas.
ELABORACIÓN:
Derretimos el chocolate al baño maría, incorporamos la nata, removemos hasta obtener una masa homogénea y dejamos enfriar.
Vamos formando bolitas con las manos (en mi caso "enguantadas"), las vamos pasando por el rebozado, procurando que la trufa se cubra por completo y listo.
Si las ponéis en unas cápsulas de papel (las hay monísimas, estas de la foto son de andar por casa) y os agenciáis una cajita (con un simple cartón decorado, un poco de cordel, unos trozos de papel, un lazo,... y muy poquita maña podéis hacer maravillas) bonita para presentarlas los afortunados que las caten van a dudar muy seriamente de que no las hayáis comprado en una pastelería de postín o las ha elaborado el mismísimo Juan Mari Arzak en quien, por cierto, está inspirada la receta, aunque me he permitido la licencia de sustituir 50 gr. de leche entera de la receta original por la misma cantidad de nata.
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